Bueno, ya sé que en tu casa nunca se ha dicho una frase semejante, pero debes creerme cuando te digo que, en algunas casas, se dicen estas cosas. Vivir en comunidad y ser comunidad, requiere prestar atención a lo que decimos y al impacto que eso produce en el resto. En definitiva, necesitamos poner cuidado en lo que decimos a fin de que sirva verdaderamente para comunicarnos, para convivir.
En la vida hay conflictos, en las casas hay conflictos, en las relaciones hay conflictos, y los conflictos nos generan agresividad, ira, resentimiento, amargura, impotencia, tristeza, crispación, ansiedad, estrés… Solo leer esta lista de emociones y sentimientos resulta agotador.
Cuando te sientas mal porque hay un conflicto doméstico, es importante que lo expreses adecuadamente. El mensaje que aparece como título de este texto, es lo que en comunicación se llama un MENSAJE TU. Es posible decirlo de otro modo, utilizando otra fórmula que llamamos MENSAJE YO. Siguiendo con el ejemplo del encabezamiento podría ser:
“Cuando estás todo el día en la cama, sin hacer tareas de la casa, me siento enfadado porque estoy superado con este encierro y necesito ayuda”.
Vamos a ver brevemente las diferencias entre un MENSAJE YO y UN MENSAJE TU
Mensaje tú: Cuando hablo en segunda persona, no asumo la responsabilidad que me toca en el conflicto. “No es mi problema, es tú problema”. Es un ataque a la otra persona.
Mensaje yo: Cuando hablo en primera persona me hago cargo de mis emociones y sentimientos. No culpabilizo, responsabilizo o manipulo. Me hago cargo de mi problema.
Mensaje tú: Frente a un mensaje tú sentimos que nos atacan, experimentamos un deseo natural de defendernos y de devolver el ataque. “Pues yo… pero tú…”; “Y tú más…”.
Mensaje yo: Si hablo en primera persona, reduzco la posibilidad de que el otro se sienta que hay ataque y corto la espiral del “porque tú…”.
Mensaje tú: En un mensaje tú, fácilmente incorporaré juicios sobre la conducta de la obra persona y, fácilmente incorporaré adjetivos descalificativos hacia ella.
Mensaje yo: En un mensaje yo describo la conducta de la otra persona sin juicios ni valoraciones.
Mensaje tú: Con un mensaje tú, no hay espacio para expresar mis necesidades y que puedan ser conocidas.
Mensaje yo: Con el mensaje yo, expreso cuáles son mis necesidades, de ese modo quien está en la relación puede conocerlas claramente.
La comunicación es un proceso bidireccional. Los mensajes yo son una invitación abierta a la otra u otras personas para iniciar una comunicación que pueda resultar fructífera. Es verdad que no tenemos garantías de que la otra persona atienda nuestra petición, pero el mensaje tú no solo no obtiene mejores resultados, sino que nos llena de crispación, agresividad y daña gravemente las relaciones.
Importante: si has venido utilizando siempre mensajes tú, no esperes que se den cuenta rápidamente de tu cambio de actitud. Esto requiere mucha práctica y tiempo.