El 26 de septiembre de 2021 el Teléfono de la Esperanza en Asturias cumple 46 años.
También estamos de cumpleaños todas aquellas personas que creemos que es posible transformar el sufrimiento psíquico y nos unimos para luchar por esa transformación.
Yo solo puedo hablar de los últimos 25, que no han sido pocos. La costumbre invita a relacionar los méritos logrados, las metas superadas, los números, muchos números. En este mundo de lo cuantitativo, los gráficos que molan deben incorporar una flecha hacia arriba.
¡Hemos hecho más!. ¡Somos más!
Sin embargo, solo quiero recordar y celebrar los momentos de emoción, de intensidad, de confianza, de generosidad. Un momento, un instante, una mirada, una sensación… El Teléfono de la Esperanza nos da eso; ganas de ser, de sentirnos vivos, de sentirnos vivas.
En este tiempo, desde el Teléfono de la Esperanza, poco a poco hemos salido del anonimato, de la oscuridad que durante muchos años ha rodeado al sufrimiento psíquico. No ha sido una tarea fácil, la tristeza, la depresión, la desesperanza no venden. Poco a poco, con palabras sencillas y claras, hemos hablado de aquello en lo que creíamos y la gente venía a escuchar y… a hablar. Poco a poco nos descubrimos. Revelamos que exhibir nuestro mundo emocional no nos hace ni menos ni más débiles.
Nos abrimos a confiar más en lo que hacíamos, sin miedo al juicio y a la crítica.
Foto. Amanecer Picu Urriellu
Desde el valor que nos daba mostrarnos tal cual éramos, a partir de 2015 también nos atrevimos a levantar la voz para hablar del suicidio. 6 campañas se idearon desde el Teléfono de la Esperanza de Asturias para los Teléfonos de toda España. En ese año 2015 gritamos “!Ponle ganas a la vida!”. Era el primer año y teníamos miedo de hablar más claramente de esta dura realidad.
2016, con más atrevimiento, nos dirigimos al que no ve salida; “Busca la e, espera”.
En 2017 recorrimos con petos y paraguas naranjas, al son de una batucada, las calles y plazas de Oviedo y Gijón gritando ¡Rompe el silencio!.
2018 fue más fácil, ya no era preciso esconderse, por eso recordamos que “El dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe”.
En 2019 universalizamos la experiencia del sufrimiento, recordamos la humanidad que compartimos porque “Yo también soy vulnerable”.
En 2020, lo dijimos claramente, tú eres importante y quiero saber de ti, por eso “Te regalo una coma para que sigas escribiendo tu historia”…
46 años.
¿Hemos hecho muchas cosas?.
En realidad, no importa, de lo que estoy segura es de que todo aquello que hemos hecho lo hicimos creyendo en que valía la pena hacerlo y lo hicimos juntos y lo hicimos juntas.
Gracias a todas las personas que lo creyeron también a lo largo de estos 46 años. A todas, llamantes unas veces, escuchantes otras, Feliz Cumpleaños.
Beatriz Menéndez Crespo
Voluntaria del Teléfono de la Esperanza en Asturias